El camino francés del Camino de Santiago (de Puente la Reina a Santiago de Compostela)

El camino francés del Camino de Santiago (de Puente la Reina a Santiago de Compostela)
Desde Puente la Reina, pueblo llamado así debido al puente que hizo construir sobre el río Arga una soberana del siglo XI, los peregrinos llegan a Estella, un lugar donde se dice que "el pan es bueno, el vino excelente, la carne y el pescado abundante, y que rebosa de todo tipo de delicias"; el río Ega discurre por las cercanías, un río de agua clara y sana. Posteriormente el camino francés del Camino de Santiago se introduce en la Rioja y sus viñedos, para luego dirigirse hacia Castilla pasando por Ayegui (donde se puede visitar el Monasterio de Santa María la Real de Irache), Los Arcos, Viana y la bonita ciudad de Logroño. A algunos kilómetros de la ciudad de Logroño, en Clavijo, fue donde se dice que acaeció la aparición del Apóstol Santiago.

Posteriormente desde Nájera, desviándose ligeramente al sur, los peregrinos pueden llegar a los monasterios de Albelda de Iregua y San Millán de la Cogolla. El camino habitual, en la región de Nájera, sigue la calzada construida por Santo Domingo de la Calzada. Este famoso santo no sólo dejó su nombre al pueblo actual (Santo Domingo de la Calzada), sino que la ciudad también se vio recompensada por Santiago, ya que fue en este lugar donde el Apóstol realizó uno de sus famosos milagro, salvando la vida a un joven que, junto a su padre, fue acusado falsamente de robo y que, a pesar de haber sido colgado, pudo continuar con vida una vez bajado del cadalso.

Posteriormente el Camino de Santiago se dirige hacia Villafranca Montes de Oca, una región poco poblada que antiguamente contaba con varias fundaciones que acogían a los peregrinos. Después, en Valdefuentes, el camino ofrece dos rutas para conseguir llegar a Burgos. La ruta del norte, que pasa por Belorado y San Juan de Ortega y nos rememora a otro famoso constructor de caminos; y la ruta del sur, que pasa por Zalduendo dirigiéndose a continuación hacia la antigua capital de Castilla la Vieja.

La ciudad de Burgos cuenta con una catedral grandiosa, numerosas iglesias, el hospital del Rey y el Hospital de San Juan, así como una gran cantidad de restaurantes, hoteles, monumentos y atracciones para que los fatigados peregrinos santiagueños puedan reponerse y maravillarse.

Acerca de esta región, la "Guía del peregrino de Santiago de Compostela" que figura en el libro V del recientemente robado Códice Calixtino (1139), se muestra un tanto parca: "Tras cruzar el bosque de Oca, la tierra de España continúa hacia Burgos; es Castilla y sus campos. Esta región está llena de riquezas, de oro y de plata; produce felizmente forraje y caballos vigorosos, y el pan y el vino, y la carne y el pescado, y la leche y la miel abundan allí. Sin embargo, está desprovista de bosques y poblada de personas malvadas y viciosas."

Desde Burgos y dirigiéndose un poco hacia el sur se puede llegar al monasterio benedictino de Santo Domingo de Silos. El itinerario antiguo se dirigía hacia el oeste, a través de un razado diferente al de las actuales carreteras; no obstante, algunos restos de la antigua calzada y las locuciones "del Camino" que aparecen añadidas a los nombre de varios pueblos, permiten reencontrar el viejo Camino de Santiago. El camino, entre Burgos y Castrojeriz, puede identificarse con alguna dificultad en el campo con un trazado largo y de vez en cuando empedrado. Posteriormente desde los pueblos de Tardajos y Hornillos del Camino, cuyo monasterio de benedictinos dependía antiguamente de Rocamadour, los peregrinos y santiaguistas podían llegar a Castrojeriz. Una población donde el castillo, la colegiata y varias iglesias nos recuerdan la importancia que esta villa tuvo en la Edad Media; en esta época albergues y hospitales para peregrinos se situaban a ambos lados de su calle principal.

Pero los peregrinos santiagueños todavía tienen que pasar por muchos otros pueblos. A continuación se abren las tierras de Castilla y León, unas tierras infinitas de quietud, sol y plena naturaleza. El camino francés del Camino de Santiago atraviesa tierras palentinas iirumpiendo en los pueblos de Boadilla del Camino, Frómista (donde se puede visitar su monasterio románico) y Villalcázar de Sirga (donde su alta iglesia gótica domina el paisaje). A continuación se llega a Carrión de los Condes, un pueblo que la Guía del Códice Calixtino lo describe como "villa industriosa y próspera, rica en pan, vino, carne y toda suerte de cosas". Posteriormente el peregrino debe proseguir su marcha y atravesar Calzadilla de la Cueza, Santa María de las Tiendas (donde existen vestigios del viejo monasterio), Lédigos y San Nicolás del Real Camino. En esta zona los peregrinos santiaguistas todavía pueden distinguir en algunos trechos la calzada antigua, situada sobre un elevado terraplén y empedrada con cantos.

Luego es el turno de llegar a Sahagún, una ciudad fuertemente enlazada con los visitantes peregrinos franceses y en donde se encuentra un monasterio que pertenecía a la Orden de Cluny, considerándose que fue Carlomagno el fundador del mismo tras haber logrado una gran victoria a orillas del Cea, siendo numerosos los descendientes de franceses que allí todavía viven. La Guía del Códice Calixtino señala que en ella "reinaba la abundancia, aconsejando ir a rendir culto a los cuerpos de los santos Facundo y Primitivo (martirizados bajo el reinado de Diocleciano), cuya basílica fue construida por Carlomagno; cerca de la villa de estos santos hay prados plantados de árboles en los cuales, se dice, reverdecían las astas de los guerreros clavadas en la tierra".

El Camino de Santiago continúa en dirección a El Burgo Ranero y Mansilla de las Mulas, recorriendo una región en la que, según cuenta la leyenda, el boloñés Laffi, durante la segunda mitad del siglo XVII, encontró el cuerpo de un peregrino santiagueño atacado y devorado por los lobos. En esta zona, aunque algo apartado del camino pero situado en un enclave idílico, puede visitarse el monasterio mozárabe de San Miguel de Escalada.

La siguiente etapa, la de León, es casi tan importante como la de Burgos. En esta ciudad destacaban ante los peregrinos su catedral gótica, las reliquias de San Isidoro (conservadas en el venerable santuario del que es todavía titular), y el vasto y magnífico hospital de San Marcos conferían un raro esplendor a la vieja ciudad. La Guía del Códice Calixtino se hace eco de este hecho señalando que León era "la residencia del rey y de las cortes, repleta de toda clase de prosperidades», añadiendo a continuación: "Es preciso ir a ver el cuerpo venerable del bienaventurado Isidoro, obispo, confesor y doctor, que instituyó para los clérigos eclesiásticos una muy piadosa regla, impregnó de su doctrina a todo el pueblo español y honró a la santa Iglesia toda entera por sus obras fecundas."

El Camino de Santiago entra ahora en un trayecto que en la época antigua se desarrollaba en buena parte por regiones salvajes, puertos peligrosos, y atravesando poblaciones poco acogedoras. Después de atravesar los pueblos de San Miguel del Camino, Villadangos del Páramo y San Martín del Camino, los peregrinos llegan finalmente a Astorga, una villa hospitalaria y ciertamente importante. Pero la marcha del peregrino debe continuar por campos y pueblos como Rabanal del Camino, El Acebo, Molinaseca y, finalmente, Ponferrada, una ciudad atravesada por el río Sil, en un valle rico en vegetación y muy reconfortante a la vista, y Villafranca del Bierzo.

A continuación es el turno de entrar en Galicia, situada al otro lado del puerto de Piedrafita. La Guía del Códice Calixtino señala en este punto: "El campo está arbolado, sembrado de flores, bien provisto de prados y de excelentes vergeles; los frutos son buenos y los manantiales claros, pero los pueblos, las aldeas y campos cultivados escasean. El pan de harina candeal y el vino no abundan, pero encuéntrase largamente pan de centeno y sidra, ganado y caballos, leche y miel; los peces de mar que allí se pescan son enormes, pero en pequeña cantidad. En cuanto al oro, la plata, los tejidos, las pieles de animales de los bosques y otras riquezas abundan allí, así como los suntuosos tesoros sarracenos."

Las últimas etapas del Camino de Santiago van a discurrir, por lo tanto, a través de una región acogedora poblada de gentes simpáticas. El primer itinerario gallego atraviesa los pueblos de El Cebrero, que no es más que una parroquia del municipio de Piedrafita del Cebrero, Triacastela, Samos (donde se puede visitar su gran monasterio), Portomarín, (situado a la vera del río Miño), Palas de Rey, Mellid y Arzúa. Más hacia norte también discurre otro camino distinto, que atraviesa la bonita ciudad de Lugo y que pasa junto a otro famoso monasterio de Galicia situado en Sobrado de los Monjes.

Por último, los peregrinos ya pueden ver el fin del Camino de Santiago, y en la lejanía va apareciendo el Monte do Gozo y Santiago de Compostela, una villa de la que la Guía del Códice Calixtino señala: "Compostela, la excelentísima ciudad del Apóstol, llena de todas las delicias, que guarda el precioso cuerpo de Santiago, y que por ello está reconocida como la más feliz y la más noble de todas las ciudades de España".

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